Spanish
Cinco canciones negras
1
Cuba Dentro de un Piano
Cuando mi madre llevaba
Un sorbete de fresa por sombrero,
Y el hume de los barcos aún era
Humo de habanero,
Mulata vuelta abajera…
Cádiz se adormecía
Entre fandangos y habaneras,
Y un lorito al piano
Quería hacer de tenor.
Dime donde está la flor
Que el hombre tanto venera.
Mi tío Antonio volvía
Con su aire de insurrecto.
La Cabaña y El Principe
Sonaban por los patios del Puerto.
Ya no brilla la perla azul
Del mar de las Antillas.
Ya se apagó, se nos ha muerto.
Me encontré con la bella Trinidad:
Cuba se había perdido;
Y ahora era verdad,
Era verdad, no era mentira.
Un cañonero huido llegó
Cantándolo en guajiras.
La Habana ya se perdió.
Tuvo la culpa el dinero,
Calló, cayó el cañonero.
Pero después, pero ¡ah! después,
Fué cuando al “Si”
Lo hicieron “Yes!”
— Rafael Alberti
II
Punto de Habanera
La niña criolla pasa
Con su mariñaque blanco,
¡Qué blanco!
Hola, crespón se tu espuma ;
¡Marineros contempladla!
Va mojadita de lunas
Que le hacen su piel mulata.
Niña, no te quejes,
Tan solo por esta tarde.
Quisiera mandar al agua.
Que no se escape de pronto
De la cárcel de tu falda.
Tu cuerpo encierra esta tarde
Rumor de abrirse de dalia.
Niña, no te quejes,
Tu cuerpo de fruta está,
Dormido en fresco brocado.
Tu cintura vibra fina
Con la nobleza de un látigo.
Toda tu piel huele alegre
A limonal y a naranjo.
Los marineros te miran
Y se te quedan mirando.
La niña criolla pasa
Con su mariñaque blanco
¡Que blanco!
— Néstor Luján y Fernández
III
Chévere
Chévere del navajazo
Se vuelve él mismo navaja:
Pica tajadas de luna,
Más la luna se le acaba;
Pica tajadas de sombra,
Más la sombra se le acaba;
Pica tajadas de canto,
Más el canto se le acaba;
¡Y entonces, pica que pica
Carne de su negra mala!
— Nicolás Guillén
IV
Canción de Cuna Para Dormir a un Negrito
Ninghe, ninghe, ninghe,
Tan chiquitito,
El negrito
Que no quiere dormir.
Cabeza di coco,
Grano de café,
Con lindas motitas,
Con ojos grandotes
como dos ventanas
Que miran al mar.
Cierra los ojitos,
Negrito asustado;
El mandinga blanco
Te puede comer.
¡Ya no eres esclavo!
Y si duermes mucho
El señor de casa
Promete comprar
Traje con botones
Para ser un “groom.”
Ninghe, ninghe, ninghe,
Duérmete, negrito,
Cabeza di coco,
Grano di café.
— Ildefonso Pereda Valdés
English
Five Black Songs
I
Cuba inside a Piano
When my mother would wear
A strawberry sorbet for a hat
And the smoke from the ships was still
Smoke from the cigar,
Malata from Vuelto Abajo…
Cádiz went to sleep
Between fandangos and habaneras,
And a little parrot at the piano
Tried to sing tenor
Tell me, where is the floret
That man so intently worships.
My uncle Antonio returned
With his air of insurrection.
The Cabaña and El Príncipe
Resounded through the patios of the harbor.
Now shines no more the blue pearl
Of the sea of the Antillas.
Now it went out, it has been killed by us.
I ran into beautiful Trinidad:
Cuba had been lost;
And now it was true,
It was true, it was not a lie.
A fleeing gunboat arrived
Singing of it in guajiras.
Havana had already been lost.
Money was to blame.
The gunboat fell silent, dismayed.
But then – ah, but then,
Was when they took “Si”
And turned it into “yes!”
II
Habanera Strain (18th Century)
The Creole girl goes by
With her white crinoline.
How white it is!
Hey! The crepe of her foam;
Sailors, take a look!
She walks, moist from the droplets
On her dark skin.
Little girl, don’t grieve
Over being alone this evening.
I’d like to send orders
To the water not to escape right away
From the prison of your skirt.
Your body this evening encloses
The murmur of a daglia opening.
Little girl, don’t complain,
Your body is fruit,
Sleeping in the embroidered breeze.
Your waist quivers finely
With the nobility of a whip.
All your skin smells happily
Of lemon and orange.
The sailors look at you
And they keep looking at you.
The Creole girl goes by
In her white crinoline.
How white it is!
III
A Man with a Scar
A man scarred with a razor
Becomes himself a razor:
He slases at the moon,
Until he runs out of moon;
He slashes at the dark,
Until he runs out of dark;
He slashes at songs.
Until he runs out of songs;
And then he slashes away
At the flesh of his bad black woman!
IV
Cradle Song to Put a Little Black Boy to Sleep
Lullay, lullay, lullay,
Little tiny one,
My little black child who
Doesn’t want to sleep.
Coconut head,
Little coffee bean,
With pretty freckles,
With eyes as big
As two windows
Overlooking the sea.
Close your little eyes,
Frightened little black boy;
The white bogeyman
Is going to eat you.
Now you’re no slave!
And if you sleep a lot,
The man of the house
Promises to buy you
A suit with buttons
To make you a groom.
Lullay, lullay, lullay,
Sleep, little black one,
Coonut head,
Little coffee bean.